Queso de Burgos

Más que una receta esta es una sugerencia de presentación! Una manera veloz y diferente para cambiar sabor a uno de los productos más conocidos de la industria láctea española. Sencillisimo!

El queso de Burgos es un queso fresco con un sabor muy suave que no se encuentra en Italia...para los amigos italianos: intentaría substituirlo con una ricotta muy compacta.

Las dosis son por 2 personas.

1 queso de Burgos de 250gr

1 cucharita de aceite e.v.o. (por cada persona)

1 cuchara de pimentón picante

sal

Sacar el queso de su confección tirando el agua en exceso (si hay). Cortarlo por la mitad y cada mitad en 4 rodajas de mas o menos 1 cm.

Ponerlo en un plato pequeño con una pizca de sal, una cucharita de aceite y abundante pimentón picante.

Con el color rojo intenso y con su sabor ahumado, el pimentón dará un toque especial a nuestro queso.

Tofu super fácil y super rápido

Muchas veces me han pedido como hacer el tofu* de manera fácil...como se puede cocinarlo de manera que sepa a algo y no a plástico? Pues...esta es una manera super fácil y super rápida!

Dosis para dos personas 

275 gramos de tofu

1 cuchara aceite e.v.o.

1 cucharita mantequilla

romero fresco

sal

(salsa de soja)

Precalentar el horno a 200°.

Cortar el tofu en cubitos (más o menos 1 cm), ponerlo en una fuente aliñando con sal,un chorro de aceite de oliva, una cucharita de mantequilla (mezclar mantequilla y aceite permite que no se queme todo) y dos trozos de romero fresco (se puede utilizar también seco).

Hornear por 15 minutos: hasta que la superficie sea de un buen color dorado.

Variante: así sencillo a mi me gusta mucho, pero se puede darle un poco más de sabor sazonando los cubitos de tofu con salsa de soja ante de ponerlos en la fuente de horno – en cualquier caso mejor eligir salsa de soja sin glutamato monosódico. Si se utiliza salsa de soja (o tamari) mejor no añadir sal.

* El tofu le llaman también queso de soja: se elabora a partir de la leche de soja y es de color blanco (de textura más o menos firme, según la variedad) y se puede encontrar también ahumado. Es una gran fuente de proteínas vegetales, no tiene colesterol, pero tiene mucho calcio y minerales, es bajo en calorías y muy digestivo.

Baked Potato (Light)

Ya que el invierno no nos deja en paz....una otra recata al horno para calentar la cocina!

Las Baked Potato o Jacket Potato son una de las delicias de la cocina inglesa: esta es una versión light (en la receta original se cocinan al horno y se untan con abundante mantequilla y salsas).

Las dosis son por persona.

1 patata grande (o 2 pequeñas)

2 cucharas de berenjenas

1 cucharas de vino blanco

1 tomate (o pulpa de tomate)

¼ cebolla

aceitunas negras

sal

pimienta negra

orégano

aceite e.v.o.

Patatas:

Lavar y limpiar bien las patatas (con un cepillo) y ponerlas en una olla con abundante agua fría (sin pelar, así que no pierdan nutrientes en el agua). Hervirlas mas o menos por 20 minutos – depende de la patata (tipo, edad etc etc). Sacarlas del agua y pelar de inmediato: cuidado a no quemarte los dedos!

Cortar a mitad por el ancho y ponerlas en un plato llano.

Si tenemos en casa patatas de cultivo ecológico podemos servirlas directamente con su piel (como seria en las baked potato originales...).

Berenjenas:

Lavar y cortar las berenjenas en cubitos. Hacemos el clásico soffritto con cebolla y empezamos a cocinar nuestras berenjenas con un chorro de vino blanco. Cuando el vino se seca añadimos la pulpa de tomate y cocinemos por otros 15 minutos.

Cuando las berenjenas están listas (casi en crema), añadimos las aceitunas negras cortadas en rodajas: una cucharita de orégano y un poco de pimienta negra.

Poner 2 cucharadas abundantes de berenjenas por cada patata cortada, un chorro de aceite e.v.o. y....que aproveche!

Espaguetis al ajonjolí (sésamo)

Es una receta sencilla sencilla: una pasta veloz por cuando tenemos poco tiempo para cocinar. Pero con todo el sabor y el perfume del ajonjolí.

Las dosis son por persona (si! Lo admito: me gusta la pasta y las dosis abundantes!).

100 gr. espaguetis

2 cucharas sésamo (o gomasio)

1 cucharita aceite e.v.o.

2 cucharas parmesano rallado

pimienta negra

Cocinar los espaguetis en abundante agua hirviendo con sal por los minutos indicados sobre la caja de la pasta - sí amigos españoles y, sobre todo, sudamericanos: la pasta italiana se cocina con mucha agua! (en general, como regla: 1 litro por 100 gr de pasta).

Mientras tantos, tostar las semillas de ajonjolí con una pizca de sal en una sartén por alguno minutos (nunca exagerar): en alternativa, si lo hemos preparado anteriormente, podemos utilizar directamente el gomasio – aún más fácil y veloz!

Cuando los espaguetis estarán al dente (la pasta está al dente cuando está cocida por fuera pero, en el interior, una pequeñísima parte queda dura) escurrirla de manera veloz (que no sea demasiado seca) y guardar un vasito de agua de cocción de la pasta.

Ponemos la cazuela una otra vez sobre el fuego (bajo) y ponemos todos los ingredientes: espaguetis, semilla de sésamo (o el gomasio), aceite, pimienta negra y, si se necesita, un poca de agua de cocción. Mezclar bien y con energía: por ultimo añadimos el queso grana recién rallado. Servir de inmediato.  

Gomasio

El Gomasio es un condimento muy sabroso (que utilizaremos en muchas recetas) y con muy poco sal: en japonés, goma significa "sésamo" y sio, "sal". Nada menos, nada más!

Podéis encontrar muchas recetas por hacer el gomasio y con diferentes proporciones (y aromas): y esta es la mía básica.

100 gr. semillas de ajonjolí (sésamo)

5 gr.     sal

Tostar el sésamo en una sartén a fuego medio y con mucho cuidado para que no se queme: remover continuamente con una cuchara de madera. Cuando las semillas empiezan a dorarse y a saltar (con su típico aroma), añadir la sal, remover por dos minutitos más y retirarlas.

Dejar enfriar completamente (10-15 minutos).

En la elaboración tradicional se tiene que apretar las semillas en el suribachi (el mortero japonés con rayas en el interior): se puede utilizar también un mortero común o, como hago yo, una batidora pequeña (o molinillo del café). Claro que no es exactamente lo mismo...pero es mucho más veloz!

Estas dosis son para un bote pequeño de vidrio (un bote de mermelada para entendernos) que te dura por mucho, mucho tiempo.  

Tortilla Sin Huevos #1

Esta es mi nueva descubierta y mi nueva pasión: la tortilla...sin huevos! Estoy experimentando mucho con esta mezcla: se utiliza la harina de garbanzos en lugar de los huevos (más proteínas vegetales y menos colesterol). Os propondré algunas recetas: por la felicidad de los veganos y por la mía!

Las dosis son por dos personas (y porqué quede un poca en la nevera por el día siguiente).

250gr harina de garbanzos

2 zanahorias medianas ralladas

2 calabacines medianos rallados

½ cebolla

2 cucharadas de aceite e.v.o.

sal

pimienta negra

Mezclar en un cuenco grande la harina de garbanzos con agua (o leche de soja) hasta que quede una textura un poquito más espesa que la del huevo batido. Añadir un poco de sal a la mezcla y batir para que no queden grumos: os aconsejo de utilizar un batidor, será mucho mas fácil batir que con un tenedor. Dejar a descansar la masa (más tiempo mejor).

A parte picar la cebolla (no demasiado finita) y sofreír en una sartén con un chorro de aceite y, cuando se haga transparente, un chorro de vino blanco. Pelar la zanahorias y rallarlas a juliana: añadirlas a la sartén. Después de 5-10 minutos añadir también los calabacinos rallados gruesos.

Cuando estén cocinadas (pero no demasiado) apagar el fuego, dejar que las verduras se enfríen por 10 minutos y añadirlas a la mezcla de harina de garbanzo y agua. Remover bien y moler un poca de pimienta negra.

Echar un chorro de aceite a la sartén, distribuyéndolo por la superficie y echar la masa (que no sea una capa muy gruesa para que el calor llegue dentro de la tortilla).

Cocinar cubierto con un tapón por 10 minutos por lado: cuidados que se puede quemar - es mejor darle varias vueltas.

Dejar reposar unos minutos la tortilla para que no se deshaga estando caliente. Servir con una salsa de yogur al curry (esta os la escribiré otra vez).

Muy buena caliente...riquísima fría!

Cardos ligeros al horno

El cardo es una hortaliza salvaje: nos recuerda el apio por su forma y color y la alcachofa por el sabor un poco amargo. Contiene calcio y sodio, favorece la digestión, es diurético, ayuda a bajar los niveles de colesterol y tiene muy pocas calorías  (solo 17 kcalorias/100 gr). 
Esta receta es una variante sabrosa y light de la receta tradicional con salsa besamel: mucho más buena...pero es una bomba calorica! 

1kg de cardos (frescos o congelados)
100 gr queso curado
200 gr pan rallado
2 cucharas aceite e.v.o.
sal
pimienta negra molida



Limpiar los cardos y quitarles los filamentos, cortarlos en trozos (4-5 cm) y cocerlos en una olla con abundante agua salada (poco sal: el cardo ya tiene su sodio) e hirviendo durante 1 hora aproximadamente. Colarlos y escurrirlos.
Si se utilizan cardos congelados - serán menos sabrosos...pero cuanto trabajo menos! - cocerlos por 10-15 minutos máximo.

Tostar el pan rallado en una sartén: atención a no quemar todo – deberá tener un color marón intenso, no negro!

Poner en un cuenco los cardos bien escurridos, el pan rallado (guardo un poco de pan para ponerlo después por arriba), la pimienta negra recién molida gruesa, mitad del queso curado rallado y un chorro de aceite de oliva. Mezclar bien todos los ingredientes.

Untar una fuente de horno y disponer nuestros cardos. Cubrir con el pan rallado que nos queda y el queso curado rallado fino.

Hornear a 180° por 20 minutos; si queda blanquito subir la temperatura a 200° en los últimos minutos para gratinar bien.