Una receta simple para cocinar un
alimento increíblemente completo y rico en proteínas: aminoácidos,
alto en magnesio, proteína y contiene buena dosis de fibra, vitamina
B, E y minerales como hierro, fósforo, zinc...uno de sus nombres es
“El oro de los Aztecas”. Y, además, no tiene gluten – y por
esto se está poniendo famoso en las cocinas de medio mundo en estos
últimos años. Aunque se parezca un grano, pues...no
lo es! Es la semilla de una planta de la familia de la espinaca.
Las dosis son para 4 personas
2 pimientos rojos grandes
500 gr. quinoa (lo se, soy muy
generoso...!)
2 cuchara aceite e.v.o.
3 cucharas de alcaparras
una lata de aceitunas negras
vino blanco
sal
orégano
Cocer la quinoa en agua hirviendo con
sal: por lo menos una parte de quinoa por dos de agua, pero
personalmente prefiero abundante agua con sal. Cocer durante unos
quince minutos: hasta que los granos se abren (desde dentro sale un
mini-espiral).
Se puede cocer también poniendo agua y
quinoa “a frio” y llevar a hervir....yo prefiero tirar la quinoa
en agua hirviendo como se hace con la pasta: los granos serán un
poco más compactos.
Cortar la cebolla
fina y dorarla a fuego bajo lentamente (10 minutos) en una cucharada
de aceite de oliva con un poco de azúcar. Añadir los pimientos
lavados y cortados en cubitos: hervir a fuego alto con un chorro de
vino blanco – hasta que no haya evaporado todo. Se pueden utilizar
también los pimientos asados que encontramos en el
supermercado...pero no es lo mismo (sobre todo por la textura).
Cuando se haya
cocinado bien todo añadir las aceitunas negras cortadas en rodajas,
las alcaparras y la quinoa bien escurrida. Arreglar con una pizca de
sal y abundante orégano.
Se puede comer
bien caliente por el invierno, o templada ahora, o bien fría por el
verano (que es la que a mi más me gusta).
Nessun commento:
Posta un commento