Una ensalada sencilla pero original que
juega con los contrastes: el gusto un poco amargo de las hojas de las espinacas y el dulce de la manzana, el dulce de la manzana y el
gusto sabroso del camembert, el crujiente de las espinacas y el
blando del queso....te atreves a jugar?
Las dosis son por dos personas
200gr espinacas frescas
100gr camembert
2 manzanas pequeñas
1 cucharadas de aceite e.v.o.
sal
pimienta negra
Lavar las espinacas con mucho cuidado
porque no queden residuos de tierra (cosa que pasa muy a
menudo....siempre si no compráis las espinacas envasadas!): el
importante es que sean espinacas frescas.
Poner en un bol grande las hojas
lavadas y bien secadas (con un trapo limpio o con papel cocina).
Lavar 2 manzanas: personalmente
prefiero las "Red Delicious" (dulces y ricas) para el contraste que permite crear con
los otros ingredientes - mejor comprar manzanas ecológicas para
poder utilizar su piel sin problemas. Rallar las manzanas y añadirlas
al bol.
Cortar en dados el camembert (más
bueno y sabroso será el camembert, más especial será el contraste
con la manzana) y echarlo a la ensalada.
Salpimentar a gusto y aliñar de manera
muy veloz para que la manzana no se oxide: es una ensalada que es
mejor preparar y servir de inmediato.
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