Receta sencillísima, light y muy fresca para comer las berenjenas en el calor veraniego.
Las dosis son por 4 personas.
3 berenjenas grandes
1 cuchara de aceite e.v.o.
2 cucharas de vino blanco
1 diente de ajo
sal
Cortar las berenjenas en rodajas de ½
centímetro de ancho. Hacemos por cada cara de cada rodaja dos
cortes en forma de cruz, echamos un poco de sal y ponemos las
nuestras berenjenas directamente sobre la bandeja y la rejilla del
horno cubiertas con papel horno.
Si le resulta pesada la berenjena o no
le gusta el sabor un poco amargo de esta verdura (que a mi,
personalmente, me encanta) dejar las rodajas con la sal en un
escurridor por lo menos por una media hora – perderán su agua de
vegetación: que es lo que las hace un poco pesadas.
Hornear a 180° por 10 minutos por cada
cara: cuidados a no dorarlas demasiado.
Poner las berenjenas en un cuenco y,
todavía calientes, aliñarlas con una vinagreta con el aceite, el
vino blanco, y la sal. Mezclar con un diente de ajo (que quitaremos
después de unos pocos minutos porqué no cubra los otros sabores) y
abundante menta fresca – mejor no cortarla con el cuchillo: es
preferible trocearla con las manos.
Dejar en la nevera por una hora
mezclando de vez en cuando.
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